¿Qué es esto?

Soy un fan español de Harry Potter que quiere hacer un análisis completo de toda la saga del chico de la cicatriz, intentando destacar temas recurrentes, elementos que reaparecerán más adelante o que han aparecido después y cambios producidos en la traducción española de la saga (que no son pocos), además de curiosidades varias, para así algún día llegar a una perspectiva total de todo el universo Potter.

Cada lunes o martes habrá un post nuevo de cada capítulo de la saga analizándolo al detalle, y cuando acabe uno de los libros se hará un análisis de la película correspondiente, también habrá reseñas de la saga de Animales Fantásticos cuando vayan saliendo, así como del libro de El Legado Maldito al terminar la saga.

Asimismo, la primera semana de cada mes postearé una traducción personal de alguno de los textos que Rowling publicó en Pottermore y que ahora han quedado tristemente inaccesibles para los fans que no sepan inglés con la nueva versión. además de algunas aclaraciones sobre juegos de palabras, localizaciones, etc., y curiosidades que a lo mejor no sabíais.

Huelga decir que habrá spoilers a mansalva; si queda alguien en este planeta que no sepa las sorpresas típicos de la serie y no quiera saberlas que no se meta aquí. Queda avisado.

Cualquier comentario o sugerencia es bienvenido; ¡dejad vuestras impresiones tras leer!

lunes, 26 de febrero de 2018

Capítulo 12: Plata y ópalos

En el capítulo 12 de Harry Potter y el misterio del príncipe, la primera salida a Hogsmeade se llena de contratiempos, a cada cual más desastroso.

Vale, tengo que plantarme. Aunque no estoy seguro que si está bien o mal que Harry use su libro de Pociones usado para tener ventaja en clase, probar conjuros inventados por alguien desconocido sin pensárselo es sumamente irresponsable, porque podrían ser muy peligrosos, y si levicorpus hubiera sido algo peor quién sabe lo que le habría pasado a Ron. Aquí tengo que darle la razón a Hermione.

Entre todo esto, llega la primera salida a Hogsmeade, que Harry y sus amigos esperan ansiosos para escapar un rato de todas sus tareas. Sin embargo, la excursión resulta ser un desastre tras otro, tal y como sucedió en el callejón Diagon en verano.

Para empezar, Filch tiene que examinar a todos los alumnos uno por uno con su detector de artefactos oscuros, una precaución necesaria pero que lleva tiempo, y que seguro que el conserje aprovecha para fastidiar a los estudiantes. El tiempo no acompaña y hace un frío que pela, lo que junto con el clima general de depresión no invita a quedarse en la calle, y la ruta hacia Hogsmeade puede hacerse difícil.

Una vez en el pueblo descubren que Zonko ha cerrado, quizá por no poder competir con Sortilegios Weasley, o tal vez por algo más siniestro; cuando buscan abrigo en Honeydukes se topan con Slughorn, que sigue insistente en que Harry se una a su club. Harry ha estado organizando los entrenamientos de quidditch para librarse de tener que ir, algo que les viene bien a él, a Ron y a Ginny, pero no tanto a Hermione, que hace un vago intento de convencer a su amigo de que vaya alguna vez para no quedarse sola, pero entonces es Ron el que se siente excluido. No se puede ganar con esto.

Cuando se van a Las Tres Escobas, en busca de una reconfortante cerveza de mantequilla, ven a Mundungus haciendo sus tratos habituales. Por supuesto, los negocios con artículos obtenidos de manera sospechosa no son tan divertidos cuando se han obtenido de un ser querido que acaba de fallecer, como Harry descubre, para su furia. Tonks aparece para evitar una escena, y Mundungus se desaparece mientras que la auror no se queda a charlar (está trabajando, al fin y al cabo), dejando a Harry rumiando la situación en un entorno nada reconfortante.

Pero esto es sólo el anticipo del desastre: mientras vuelven a Hogwarts tras una mañana asquerosa son testigos de cómo Katie Bell es afectada por el collar de ópalos maldito que vieron en Borgin y Burkes, y con sólo un roce es afectada. Por suerte, Hagrid andaba cerca y se lleva a Katie a Hogwarts enseguida, y Harry reconoce el collar, con lo que es capaz de evitar males mayores mediante el método simple de envolverlo con su bufanda.

Como era de esperar, Harry culpa a Malfoy, pero sus motivos no son muy sólidos y todo parece indicar que no tuvo nada que ver con el ataque (¿o tal vez sí?), así que Harry queda otra vez como un paranoico. En todo caso, me alegra que decida contarle sus sospechas a la profesora McGonagall.

La verdad es que el plan no era especialmente bueno. Filch habría detectado el collar maldito en su inspección al instante, e incluso si no fuera así Dumbledore no habría aceptado un regalo de una alumna que no está claramente bien (y los sensores probablemente detectarían también la maldición imperius), y eso suponiendo que Katie pudiese llegar hasta el director, que normalmente no se deja ver, y menos estos días.

En fin, parafraseando a Harry, Draco nunca ha sido el mayor pensador del mundo.

A finales de esta semana publicaré un nuevo texto de Pottermore, que será sobre los fantasmas de Hogwarts, sin ningún motivo en particular. ¡Nos vemos!

Observaciones y curiosidades:
  • El conjuro muffliato viene de muffle, que significa en inglés "taponar", en el sentido de no dejar pasar sonidos.
  • Levicorpus viene de levare, "levantar" en latín, y corpus, "cuerpo" en latín.
  • Véase la ironía de que Harry considere al Príncipe Mestizo un profesor de Pociones mejor que Snape. También tiene tela que se planteara que James fue el Príncipe Mestizo porque le vio usar levicorpus contra Snape, cuando en realidad le copió el conjuro y lo usaba contra él.
  • El libera de Liberacorpus viene de liberare, "liberar" en latín.
  • Debió de ser en este momento cuando Mundungus le vendió a Aberforth el espejo de doble sentido de Sirius, cuya pareja está ahora mismo hecha trizas en el baúl de Harry.
  • A día de hoy creo que no se ha confirmado cómo hizo Malfoy para echarle la maldición imperius a la señora Rosmerta y hacer llegar el paquete a Katie si estaba castigado en Hogwarts. Supongo que lo hizo mediante Crabbe y Goyle, pero no se sabe con certeza. Zabini estaba en Las Tres Escobas, así que también podría ser.
  • En la traducción, cuando al final del capítulo Harry pregunta que desde cuándo Malfoy es uno de los mejores pensadores del mundo, Ron y Hermione sonríen, lejos de su reacción en el original, que es no contestar. 

lunes, 19 de febrero de 2018

Capítulo 11: Con la ayuda de Hermione

En el capítulo 11 de Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry se tiene que enfrentar a su primera responsabilidad como capitán de quidditch, además de tener que tratar con Ron, Hermione y Hagrid.

En los días siguientes del curso, las clases de sexto se están volviendo mucho más complicadas. Se espera de los alumnos que den su máximo esfuerzo en todo momento, y que adopten responsabilidades e iniciativa. Esto se traduce en una carga de trabajo mucho mayor, en principio porque se entiende que los alumnos están en sus asignaturas porque quieren, porque desean dominarlas; que ya son adultos, básicamente.

Por supuesto, la realidad es otra, y para demostrarlo no hay que ir más lejos que a este capítulo. El sábado de la primera semana a Harry y a Ron les llegan sus ejemplares nuevos del manual de Pociones. Por supuesto, Harry no piensa desprenderse del manual de segunda mano que le está haciendo destacar en Pociones, así que les cambia las tapas para quedarse con el del príncipe y darle el nuevo a Slughorn. Es comprensible que no quiera desprenderse de un manual tan útil, pero desde luego no es nada responsable.

Eso no significa que eluda sus otras responsabilidades: durante las pruebas de quidditch actúa con autoridad, planta cara a los fans postureros y a McLaggen, es justo en su elección y escoge a los aspirantes más hábiles. No se puede decir lo mismo de Ron o Hermione.

A Ron le está volviendo el yuyu del curso anterior, y tener que probar su habilidad frente al resto del colegio y contra otros aspirantes (seguramente muchos más que el año anterior) no le está ayudando nada, como tampoco lo hace que Hermione empiece a enumerar los puntos fuertes de Harry mientras pasa olímpicamente de él.

No es que Hermione no tenga en cuenta a Ron, al contrario, pero ella también actúa de manera inmadura aquí. Cuando Lavender empieza a mostrar interés por él, y este lo disfruta (cosa lógica, más después de sentirse menospreciado en el desayuno) Hermione se enfada y se va a las gradas sin desearle suerte, y no le anima abiertamente, sino que hechiza por la espalda a su oponente para que tenga una oportunidad.

No me malinterpretéis, McLaggen no debería estar en el equipo (ni en este ni en ninguno), pero tiene tanto derecho como cualquiera a una prueba justa, y Hermione se la ha negado porque no es capaz de animar a Ron como una persona normal. Además, ahora se siente culpable y tiene celos de Lavender por llamar la atención de Ron. Mala cosa.

Cuando llegan a la cabaña de Hagrid, parece que el guardabosques está teniendo un berrinche porque sus amigos han dejado su asignatura, lo que es bastante triste. Bueno está que Harry, Ron y Hermione hagan estupideces, tienen dieciséis años, pero Hagrid es un hombre hecho y derecho, y querer que sus amigos sigan con su clase cuando no les reportará un beneficio laboral y ya tienen bastante con lo que tienen es muy egoísta.

Sin embargo, pronto queda claro que su actitud reciente se debe a la enfermedad de Aragog, su compañero monstruo más antiguo (aunque algo de rencor por lo de su clase sí que hay). Los dos llevan juntos más de medio siglo, y Aragog sin duda valora a Hagrid tanto como Hagrid a él. Es una relación que el resto de personas tendrá dificultades para entender, pero para Hagrid significa mucho. Por suerte, no pide a los chicos que le ayuden a cuidarlo, reconoce el peligro (y si lo reconoce es que la cosa está chunga de verdad).

Cuando vuelven al castillo, Slughorn aborda a Harry y a Hermione para invitarles a una fiestecilla de las suyas, ignorando a Ron, que se enfada otra vez; el enfado de Ron enfada a Hermione; y Harry se tiene que aguantar cuando sus indicios contra Draco no le llevan a nada y resignarse a coger gusarajos podridos sin guantes.

Va a ser una constante en este libro.

Observaciones y curiosidades:
  • El conjuro aguamenti, que crea agua, viene de la palabra española "agua" y mens, que significa "mente" en latín.
  • En el original, cuando McLaggen se queja de que Ginny se lo ha puesto fácil a Ron, Harry le responde que fue con su lanzamiento cuando Ron casi falla en la parada.
  • En el original, Hagrid no dice que las larvas gigantes no se conviertan en nada, sino que no se van a convertir en nada porque Aragog se las va a comer. 
  • En la traducción se dice que Ron casi no escapa con vida de Aragog la última vez que la vieron, omitiendo a Harry. En el original sí se le menciona.
  • En el original, cuando Hermione pregunta si pueden hacer algo se dice que está ignorando las muecas frenéticas de Ron, que está negando con la cabeza para que no lo haga.

lunes, 12 de febrero de 2018

Capítulo 10: La casa de los Gaunt

En el décimo capítulo de Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry tiene su primera sesión con Dumbledore, y los dos realizan un viaje al pasado.

Varios días después del primer día de curso, Harry sigue aprovechando las anotaciones del Príncipe Mestizo, y queda como un experto en la clase de Pociones. Ron y Hermione están un tanto rabiosos con la situación, él porque no puede entender la letra de las anotaciones y ella porque las instrucciones oficiales le están fallando y no está quedando como la mejor en clase.

Dejando a un lado este asunto el capítulo se centra en la primera clase particular con Dumbledore. Harry no tiene ni idea de lo que van a hacer, así que tiene unas expectativas que poco a poco se van dispersando, porque lo que el director quiere impartirle no son poderosos conjuros ni grandes estrategias, sino sabiduría y capacidad de análisis, algo que le será de mucha utilidad en el futuro aunque no lo parezca en un principio.

Dumbledore está registrando la línea temporal de Voldemort con el fin de comprender a su enemigo, conocer lo que le motiva, y saber de dónde vino es un buen comienzo. Asimismo, tiene la sospecha de que creó más de un horrocrux, así que está a la busca de objetos que pudieran haberse convertido en los contenedores de su alma.

A Harry no le cuenta nada de esto ahora, por supuesto, así que el pobre tiene que tratar de imaginarse los motivos del director por su cuenta. Aunque Dumbledore prometió ser más liberal con la información, está en su naturaleza ser críptico, y en cierto modo es importante para ambos que Harry deduzca las cosas por su cuenta.

Con este fin, los dos viajan a los recuerdos de Bob Ogden, empleado del Ministerio, durante la visita que hizo a la casa de los Gaunt, aproximadamente unos setenta y cinco años atrás. La casa se encuentra cerca de Pequeño Hangleton, que ya visitamos en el primer capítulo de El Cáliz de Fuego, y en cuyo cementerio Voldemort revivió frente a Harry.

En la casa habitan Sorvolo y sus hijos Morfin y Mérope, que serían el abuelo, el tío y la madre de Voldemort, aunque todos salvo Morfin habrían muerto para cuando Tom nació. Sorvolo, aunque empobrecido, conservaba el orgullo de ser descendiente de Slytherin y de los hermanos Peverell, y a pesar de su desastrosa vida aún se consideraba superior a la mayoría de los magos, y por supuesto de los muggles. No es difícil imaginar a Lucius Malfoy reducido a un estado similar de haber perdido su riqueza y estatus.

Dada su combinación de orgullo desmedido, intolerancia extrema y falta de recursos, junto a la inestabilidad propia de las familias que tienen hijos entre sus miembros, los hijos de Sorvolo han llegado a ser altamente antisociales: Morfin sólo habla en pársel y es tan intolerante como su padre, por no hablar de más salvaje (por lo menos Sorvolo se presta a conversar hasta cierto punto); por su parte, Mérope está completamente aterrada de su familia y no ha sido capaz de desarrollar su poder mágico, lo que la hace parecer una squib a ojos de Sorvolo, con el correspondiente desprecio, lo que la lleva a suprimirse aún más.

Sorvolo entra en cólera cuando descubre que Mérope ha estado espiando en secreto a Tom Ryddle, un muggle y el hijo de la familia pudiente del pueblo, la mayor de las ignominias para él, y la agrede a pesar de la presencia de un oficial del Ministerio, un acto que le llevó a él y a su hijo a Azkaban y que dejó a su hija libre para desplegar sus poderes y obligar mágicamente a Tom a fugarse con ella.

Me resulta interesante que se trate la situación con el filtro de amor como algo deleznable. Como vimos en la tienda de Fred y George, los filtros de amor generalmente son vistos como algo más o menos inofensivo, y la explicación que se había dado antes de la orfandad de Voldemort fue que su padre abandonó a su madre al enterarse de que era una bruja. Ahora la situación ha cambiado, y Tom no era tan culpable ni Mérope tan inocente. No es que Tom no fuera un snob intolerante, pero no cabe duda de que fue violado en todos los sentidos.

Y así quedan las cosas por ahora. Harry está confuso sobre el propósito de la lección, pero es lo bastante observador para apreciar que el anillo de Sorvolo es el mismo que Dumbledore ha estado usando, y que tiene algo que ver con su brazo malherido. Se le da bien deducir y observar los detalles, y eso le vendrá muy bien en el futuro.

Observaciones y curiosidades:
  • Si recordáis, la última vez que Harry entró en el pensadero fue cuando vio el recuerdo de Snape. Es normal que se sienta incómodo, dado lo que sucedió entonces.
  • El anillo que lleva Sorvolo Gaunt es la Piedra de la Resurrección, como ya sabréis, y el escudo que tiene grabado es el símbolo de las Reliquias de la Muerte. Harry se acordará de este recuerdo, específicamente de la mención a los Peverell, cuando deduzca que el anillo es la Piedra.

lunes, 5 de febrero de 2018

Capítulo 9: El Príncipe Mestizo

En el noveno capítulo de Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry y los otros comienzan sus ÉXTASIS, con nuevos cambios y un nuevo misterio.

El primer día de clase Harry y Ron ponen a Hermione al día sobre lo que el primero averiguó de Malfoy y las ilusas expectativas de Hagrid. Ella no aporta demasiado, está de acuerdo con Ron en que no hay que tomarse demasiado en serio a Malfoy (para irritación de Harry, una vez más) y tampoco se atreve a hablar con el guardabosques sobre el asunto, a pesar de ser la opción más evidente. Están siendo muy cobardes al no decirles la verdad, pienso yo. Quiero creer que alguien de sexto se habrá apuntado a Cuidado de Criaturas Mágicas este curso, porque si no, pobre Hagrid.

Terminado el desayuno, los alumnos de sexto se reúnen con los jefes de sus casas para inscribirse oficialmente en las asignaturas de nivel ÉXTASIS y recibir su nuevo horario. Esta es una de las escenas que más me gustan de la profesora McGonagall, porque hace un trabajo excelente como tutora.

En el caso de Neville es firme en no dejarle inscribirse en Transformaciones (y hay que comentar que, tal y como ella predijo, él fue capaz de aprobar el examen de su asignatura a pesar de todo, aunque no llegara al nivel para continuar), pero es porque el nivel de la clase será elevado, y sabe que en realidad no quiere seguir con esa asignatura. Le anima a seguir con las clases que sí le gusten frente a las imposiciones de su abuela y le dedica un cumplido merecido.

Cuando llega a Harry, ante todo le felicita por su nota de Transformaciones, y le pregunta por su no inscripción en Pociones, pues sabe que su objetivo es ser auror. Dado el cambio de profesores, le hace saber que su nota vale para entrar en la clase y responde a sus preocupaciones, asegurándose además de hablar con Slughorn enseguida para que lo tenga en cuenta. Qué queréis que os diga, me cuesta imaginar a Snape tomándose estas molestias.

Hablando de Snape, la primera clase que tienen Harry y Ron es Defensa contra las Artes Oscuras. Gracias al ED (me imagino) muchos de los alumnos de su curso han alcanzado un nivel elevado en la asignatura a pesar del continuo cambio de profesores, así que es de las clases más abarrotadas de sexto. Snape, por su parte, empieza dando un discurso sobre las artes oscuras, muy parecido al que dio el primer día en Pociones, para entonces pasar a los conjuros no verbales.

Los conjuros no verbales resultan interesantes: ya hemos visto a magos adultos realizar magia sin hablar, y aunque no es muy útil para el lector, que no sabrá qué conjuro se está utilizando, para el mago sí es de utilidad sorprender a su oponente y negarle saber los efectos del conjuro que le está lanzando. Dicho esto, Snape no da pista alguna de cómo realizarlos (sabiendo que son novatos en su uso), con lo que su "prueba de nivel" resulta absurda del todo.

Cuando Snape intenta hacer una demostración con Harry (casualmente, claaaaaro), este responde instintivamente, y lejos de disculparse, se mofa del profesor, ganándose un castigo. Está claro que Harry ya está hasta las narices del rencor absurdo de Snape, y aunque sus modos no son los mejores, ya ha pasado demasiado tiempo como para seguir con esta tontería.

Por contra, y con gran ironía, la primera clase de Pociones con Slughorn es todo un acierto. Al contrario que en Defensa, los alumnos de Pociones han quedado reducidos a doce entre las cuatro casas, lo que da un aire más particular a la clase. Slughorn llama la atención de los alumnos al preparar pociones complicadas y útiles que, asegura, sabrán realizar ellos mismos al terminar el ÉXTASIS, lo cual resulta inspirador para los alumnos.

Cuando Hermione llama su atención al conocer perfectamente los efectos de las pociones, se extraña de no saber de ella y presupone que proviene de una familia de renombre, como era de esperar en él, pero en cuanto se entera de que proviene de familia muggle no le da mayor importancia, y como veremos, se apunta a Hermione en su lista de jóvenes con talento.

Con una botella de felix felicis en juego (eso es motivación y lo demás son tonterías), todos se ponen manos a la obra y elaborar una poción muy complicada para que Slughorn vea qué son capaces de hacer, sin intención por parte del profesor de que obtengan la poción de forma perfecta por el momento. Harry parece que va a tener dificultades con su libro de segunda mano, que está lleno de anotaciones y correcciones, pero cuando decide seguir las instrucciones añadidas su poción mejora de forma drástica, ganando el codiciado premio.

¿Hizo trampas Harry? Es cierto que usó una ventaja que el resto de los alumnos no tienen, pero también lo es que sólo está siguiendo las instrucciones de su manual, pero añadiendo las notas que alguien ha puesto en los márgenes, no está copiando en un examen ni nada por el estilo, y tampoco es que le estén dando las pociones hechas. Hermione tiene derecho a sentirse mal, pero está claro que le da rabia que Harry la haya superado por lo que al final ha sido suerte. Él propuso compartir las notas con ella y no quiso desviarse del manual, así que no tiene demasiada base por ahora.

La intervención de Ginny, más allá de lo que comento en las curiosidades, no es muy hábil, pues el libro de Pociones no tiene nada que ver con el diario de Ryddle, no es lo mismo un libro en blanco que te responde cuando escribes que un libro de texto viejo en el que un antiguo alumno escribió anotaciones. En todo caso, es normal que salte ante cualquier cosa que esté mínimamente relacionada con el diario.

En todo caso, los intentos desesperados de Hermione por demostrar que hay algo raro en el libro sirven para que Harry descubra algo sobre su posible antiguo dueño: se hace llamar el Príncipe Mestizo. ¡Ya tenemos nuestro misterio!

Observaciones y curiosidades:
  • El alumno al que Ron increpa al principio del capítulo es de primero en el original, no de quinto como dice la traducción (uno de quinto no se acobardaría de esa manera con un compañero que sólo tiene un año más, aunque sea un prefecto).
  • En el original, McGonagall no dice que Supera las Expectativas sea simple en relación a la nota de corte de Snape y Slughorn para Pociones, como en el original. No es algo muy notable, pero siempre me extrañó que la profesora dijera eso cuando su nota de corte es una S también.
  • Eso floral que Harry cree haber olido en La Madriguera no es otra cosa que Ginny, por supuesto. Cuando ella aparece al final del capítulo recibe otra bocanada de ese olor, por si no había quedado claro.
  • Lo voy a comentar ahora, aunque no venga tanto a cuento en este momento: en inglés el príncipe mestizo (The Half-Blood Prince) es un apodo menos exagerado que en español, e incluso podría no considerarse siquiera un apodo: Prince es su apellido, y es de sangre mestiza, así que básicamente está diciendo que es el mestizo de la familia Prince. Al traducirlo como si fuera un título y no un apellido (para ser justos, es la impresión que da también en inglés) se pierde este matiz.

viernes, 2 de febrero de 2018

Encantamiento patronus

El texto de Pottermore de febrero trata sobre uno de los encantamientos más conocidos del universo Potter, el patronus, que crea a un guardián basándose en tus recuerdos más felices, y la mejor arma contra los dementores y otros. Veamos qué nos cuenta Rowling:

"El patronus es el encantamiento defensivo más famoso (y que también es conocido por su dificultad). Su fin es el de producir una guardián o protector de un color blanco-plateado, que adopta la forma de un animal. La forma exacta del patronus no será aparente hasta que el conjuro haya sido ejecutado con éxito. Uno de los encantamientos más poderosos conocidos por los mundo mágico, el patronus también se puede usar como mensajero entre magos. Al ser una concentración pura y protectora de felicidad y esperanza (el recuerdo de una memoria clave es esencial para su creación) es el único conjuro efectivo contra los dementores. La mayoría de las brujas y magos son incapaces de producir un patronus y hacerlo es considerado en general como una marca de habilidad mágica superior.

Algunos magos y brujas pueden conseguir un patronus incorpóreo, similar a una masa o una bocanada de vapor o humo plateado. En algunos casos una bruja o mago puede producir un patronus incorpóreo de manera deliberada, si desea ocultar la forma que adopta normalmente (Remus Lupin, por ejemplo, teme que su patronus corpóreo diga demasiado de lo que él es)*1*. El patronus incorpóreo no es un verdadero patronus, y aunque dará una protección limitada no puede aportar el poder defensivo de un patronus corpóreo, que tiene la forma y sustancia de un animal.

El encantamiento Patronus es uno de los encantamientos más antiguos, y aparece en muchos testimonios de magia primigenia. A pesar de una larga asociación con aquellos que luchan por causas nobles o idealistas (aquellos capaces de producir patronus corpóreos a menudo han sido elegidos para altos cargos en el Wizengamot y el Ministerio de Magia), el patronus no es desconocido entre los magos tenebrosos. Aunque hay una creencia extendida y justificada de que un mago que no sea puro de corazón no puede producir un patronus con éxito (el ejemplo más famoso del conjuro volviéndose contra su ejecutor es el del mago tenebroso Raczidian, que fue devorado por gusanos), unos pocos magos de moral cuestionable han tenido éxito al producir un patronus (Dolores Umbridge, por ejemplo, es capaz de conjurar un patronus gato para protegerse de los dementores). Podría ser que la fe verdadera y confiada en la justicia de las acciones propias puede aportar la felicidad necesaria. Sin embargo, la mayor parte de estos hombres y mujeres, que terminan acostumbrados a los efectos de las criaturas tenebrosas con las que se alían, ven al patronus como un encantamiento innecesario para su arsenal.

No se ha encontrado ningún medio fiable para predecir la forma que tendrá un patronus individual, aunque el gran investigador de encantamientos del siglo XVIII, el profesor Catullus Spangle, dejó ciertos principios que son ampliamente reconocidos como ciertos.

El patronus, aseguró Spangle, representa lo que está oculto, desconocido pero necesario dentro de la personalidad.

"Porque es evidente", escribe, en su obra maestra Encantamientos de defensa y disuasión, "que un humano que se ve enfrentado a una maldad inhumana, como la de un dementor, debe tirar de recursos que puede no haber necesitado antes, y el patronus es el yo secreto despertado que yace dormido hasta que se necesita, pero que ahora debe ser sacado a la luz".

Esta, dice Spangle, es la explicación de la apariencia de los patronus en formas que sus invocadores puedan no esperar, para las que nunca han sentido una afinidad particular, o (en casos raros) no reconocen siquiera. Spangle es interesante en el tema de aquellos magos y brujas inusuales que producen un patronus que adopta la forma de su animal favorito.

"Es mi firme creencia que un patronus tal es un indicador de obsesión o excentricidad. Hablamos de un mago que podría ser incapaz de ocultar a su yo esencial en la vida diaria, que puede, de hecho, proclamar tendencias que otros podrían querer ocultar. Sea cual sea la forma de su patronus, se haría bien en mostrar respeto, y ocasionalmente precaución, hacia una bruja o mago que produce un patronus de su elección".

La forma de un patronus puede cambiar durante el curso de la vida de una bruja o mago. Se sabe de casos en que la forma del patronus se transforma por el luto, el enamoramiento o cambios profundos en la psique de una persona. Así, el patronus de Nymphadora Tonks cambió de una liebre americana a un lobo (no un hombre lobo) cuando se enamoró de Remus Lupin. Algunos magos y brujas pueden ser incapaces de producir siquiera un patronus hasta que pasan por algún tipo de shock mental.

Es habitual, pero no inevitable, que un patronus tome la forma de un animal que se encuentre fácilmente en el país natal del invocador. Dada su duradera afinidad con los humanos quizás no resulte sorprendente que entre los patronus más comunes (aunque hay que recordar que cualquier patronus corpóreo es altamente inusual) estén los perros, los gatos y los caballos. Sin embargo, cada patronus es tan único como su creador e incluso se sabe de gemelos idénticos que tienen patronus muy distintos.

Los patronus de animales extintos son muy raros pero no imposibles de ver. Extrañamente, dada su larga conexión con el mundo mágico, los patronus lechuzas son inusuales. Los menos comunes de todos los patronus posibles son criaturas mágicas como los dragones, los thestrals y los fénix. No hay que olvidar, en todo caso, que uno de los patronus más famosos de todos los tiempos era un simple ratón, que pertenecía a un joven mago legendario llamado Illyius, que lo usó para contener el ataque de un ejército de dementores él solo. Aunque un patronus raro y mágico denota sin duda una personalidad inusual*2*, no tiene por qué ser más poderoso, o más exitoso a la hora de defender a su invocador.

*1* El patronus de Lupin es un lobo (el animal, no un hombre lobo). Lupin usó su patronus incorpóreo cuando defendió a Harry y a los otros en el Expreso de Hogwarts.

*2* Que yo sepa, el único patronus que es un animal mágico en la saga Potter es el de Dumbledore, un fénix.