¿Qué es esto?

Soy un fan español de Harry Potter que quiere hacer un análisis completo de toda la saga del chico de la cicatriz, intentando destacar temas recurrentes, elementos que reaparecerán más adelante o que han aparecido después y cambios producidos en la traducción española de la saga (que no son pocos), además de curiosidades varias, para así algún día llegar a una perspectiva total de todo el universo Potter.

Cada lunes o martes habrá un post nuevo de cada capítulo de la saga analizándolo al detalle, y cuando acabe uno de los libros se hará un análisis de la película correspondiente, también habrá reseñas de la saga de Animales Fantásticos cuando vayan saliendo, así como del libro de El Legado Maldito al terminar la saga.

Asimismo, la primera semana de cada mes postearé una traducción personal de alguno de los textos que Rowling publicó en Pottermore y que ahora han quedado tristemente inaccesibles para los fans que no sepan inglés con la nueva versión. además de algunas aclaraciones sobre juegos de palabras, localizaciones, etc., y curiosidades que a lo mejor no sabíais.

Huelga decir que habrá spoilers a mansalva; si queda alguien en este planeta que no sepa las sorpresas típicos de la serie y no quiera saberlas que no se meta aquí. Queda avisado.

Cualquier comentario o sugerencia es bienvenido; ¡dejad vuestras impresiones tras leer!

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Harry Potter: La exposición

Ya os dije hace un tiempo que por el 20 aniversario de la saga Harry Potter se crearía una exposición temporal para la British Library. Pues bien, la exposición llegará a Madrid en el mes de noviembre para todos los fans españoles.

La exposición comenzará el 18 de noviembre y terminará en abril; tiempo suficiente para que todos podamos ir en el momento que nos sea más propicio. Se instalará en el pabellón 1 de IFEMA, la Feria de Madrid (la estación de metro más cercana es Feria de Madrid, en la línea 8).

Se trata de una exposición itinerante, es decir, que podremos desplazarnos a nuestras anchas por el amplio espacio de la exposición, de más de un kilómetro cuadrado (respetando siempre la marcha de nuestro grupo, por supuesto), y estará compuesto de toda clase de objetos y artefactos que hemos visto en las adaptaciones de la saga, así como vestuario, atrezo y animatrónicos, todo ello en recreaciones de espacios conocidos de la saga. Habrá disponibles audioguías en diversos idiomas.

Además, los visitantes podremos interactuar con la exposición de diversas maneras, como lanzando quaffles, sacando mandrágoras de macetas y sentándonos en el sillón de Hagrid. Se pueden tomar fotos sin flash, aunque no grabar vídeos.

Para más información, especialmente la relativa a precios y descuentos, consultad este enlace. También podéis comprar desde allí las entradas ya mismo. Desde luego, yo haré lo posible por asistir, y si voy escribiré un post especial con mis impresiones.

Esta semana termina octubre, así que además de la reseña de rigor publicaré durante la semana que viene una nueva traducción de Pottermore. Este mes será sobre Florean Fortescue. ¡Nos vemos!

lunes, 25 de septiembre de 2017

Capítulo 32: Por la chimenea

En el capítulo 31 de Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry se desespera por conseguir ayuda para rescatar a Sirius, pero todo parece interponerse en su camino.

Este capítulo es de los más tensos del libro: tras tener Harry su visión y librarse del examen, corre a avisar a la profesora McGonagall; sin embargo, resulta que la han trasladado a San Mungo, y así, parece que contactar con la Orden no va a ser posible. De Snape ni se acuerda. Cualquier sensación de tranquilidad que se pudiera sentir en el ataque de la serpiente se ha esfumado.

Agotadas sus posibilidades de recurrir a los adultos (y teniendo en cuenta cómo ha estado en este libro, es decir mucho que sea su primera opción), Harry decide ir él mismo al Departamento de Misterios, y se reúne con Ron y Hermione para explicarles la situación.

Me gusta que los dos sean críticos con lo que les cuenta Harry: aunque si es cierto el tiempo apremia, los tres saben que las probabilidades de que Voldemort capturara a Sirius y le llevara al Departamento de Misterios, nada menos que en pleno Ministerio, a la luz del día son básicamente nulas, así como la vaga sugerencia de por lo que sea que él sea la clave para conseguir el arma. En parte, Harry es consciente de todo esto, pero confía ciegamente en sus visiones y ama demasiado a su padrino como para pensar que se trata de una trampa e ignorarla sin más.

Voldemort lo sabe muy bien, y le ha puesto un cebo goloso para que no pueda resistirse. Sus amigos también lo saben, y tratan de disuadirle, pero no hay manera. Al final, Hermione consigue convencerle de comprobar si Sirius está en el cuartel antes de intentar nada mediante la chimenea de Umbridge, contando para ello con la ayuda de Ginny y Luna, que no se entera de nada pero siempre está dispuesta a ayudar. :)

No va a ser fácil, claro: no tienen tiempo de formular un plan detallado y después de la última incursión Umbridge ha aumentado las medidas de seguridad. Así, está claro que la directora no se va a creer lo que le cuente Ron sabiendo que es amigo de Harry, sobre todo si su mentira se descubre sola, y el sistema de alarma silenciosa del despacho es la guinda del pastel.

Harry consigue contactar con Grimmauld Place antes de que llegue Umbridge, pero Voldemort lo tenía previsto e hizo que Kreacher distrajera a Sirius para que pareciese que no estaba en casa. Así, el elfo hirió a Buckbeak y Sirius estaba en su habitación cuando Harry apareció, y el pobre estaba demasiado alterado para advertir lo sospechoso que resultaba todo (lo comento en las curiosidades).

De vuelta en Hogwarts, Harry descubre que Umbridge ha pasado ya a modo supervillana, reteniéndolos a todos (incluyendo a Neville, que salió en defensa de Ginny) e incluso teniéndolos amordazados para evitar que nadie se entere.

Entusiasmada (y un tanto enloquecida) de haber pillado a Harry comunicándose de manera ilegal, se empeña en sacarle de una forma o de otra con quién estaba hablando, pero él se mantiene firme, lógicamente. Umbridge recurre a Snape, y eso hace que el chaval se acuerde de que existe y que pertenece a la Orden y todo eso. La verdad, no me extraña que no pensara en él, pero creo que al menos a Hermione se le podía haber ocurrido intentar hablar con el profesor antes de colarse en el despacho de Umbridge.

Snape, aunque es cabezota e infantil por no superar que Harry entrara en sus recuerdos, se ha asegurado de que Umbridge no pueda sacarle información, dándole una poción de la verdad falsa y ahora asegurando que no puede hacer más hasta dentro de un mes (lo cual puede ser cierto, pero está claro que lo está usando como excusa), todo ello recubierto de su característica indiferencia e insultos velados, que a veces vienen bien y otras no tanto. Aun así, Harry se la juega y le hace saber lo que pasa de manera críptica para no alertar a Umbridge, una acción que les permitirá salir con vida del Ministerio, pues Snape pilló el mensaje, aunque no lo dejara ver también para no alertar a la directora. Lástima que Harry no se diera cuenta.

Perdida su ocasión de conseguir con facilidad su objetivo, a Umbridge se le va la cabeza del todo y recurre a la maldición cruciatus, soltando la bomba de que ella echó a los dementores contra Harry en verano, y que es capaz de hacer lo que vea necesario, hasta de actuar a espaldas de Fudge para lograr lo que se propone. Para alguien que hasta el momento se había presentado como una figura autoritaria pero subsirviente a su jefe, esto es un cambio muy peligroso.

Hermione se da cuenta, y finge romperse y confesar que trataban de comunicarse con Dumbledore para hacerle saber que habían terminado una supuesta arma, diciéndole a Umbridge lo que quiere oír para que se confíe y puedan escapar. Así consigue separarla de sus lacayos, dejándola a ella y a Harry en una posible posición para darle la vuelta a la tortilla, y a sus amigos de hacer lo mismo con la Brigada Inquisitorial.

Al menos, esa es la idea general.

Observaciones y curiosidades:
  • Las heridas en las manos de Kreacher son cuanto menos significativas. Recordemos que Dobby apareció una vez con vendajes similares tras quemarse los dedos con la plancha en un autocastigo.
  • Harry también debería haberse mosqueado tras la declaración de Kreacher de que Sirius nunca iba a volver del Departamento de Misterios, pues básicamente deja entrever que sabe de los planes de Voldemort.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Capítulo 31: TIMOS

En el capítulo 31 de Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry, Ron y Hermione se meten de lleno en la época de exámenes, que acaba de mala manera con dos terribles incidentes.

Tras la victoria en el quidditch Ron está en una nube, y sus amigos son tan amables de dejarle así un tiempo hasta contarle que no estuvieron en el partido, y por qué. Por suerte no tardan mucho, y Ron entiende las circunstancias aunque esté decepcionado de que no estuviesen en las gradas, además de compartir su opinión sobre el tema de Grawp. Sabiamente, decide que es mejor esperar, porque el curso está a punto de acabar y es posible que no echen a Hagrid, por no hablar de que tienen que emplear todo su tiempo en prepararse para el inminente TIMO.

Así, todos los alumnos de quinto se encierran en un clima de repaso, prácticas, y tensión general. Quien más y quien menos, todos podemos identificarnos con ellos, y somos o conocemos a quien se obsesiona con hacerlo todo a la perfección, quien se obsesiona con las horas de estudio, quien no soporta la presión y quien se lo toma con más calma.

Los exámenes se dividen en parte teórica y práctica, con algunas excepciones que sólo tienen o parte teórica o práctica. Salvo en la dirección de los exámenes escritos, el comité examinador es quien juzga a los alumnos de manera imparcial, lo que dadas asignaturas como Pociones o Defensa contra las Artes Oscuras les viene bien a todos. Sin duda Harry no habría sacado la nota que sacó si Snape y Umbridge hubieran estado a cargo de su examen, por no hablar de Neville.

Con la previsible excepción de Adivinación, nuestros amigos parece que hacen un buen papel, con errores, por supuesto, que todos cometemos. Así, pasan dos semanas rápidamente entre repasos y exámenes, hasta que llegan los dos últimos, Astronomía e Historia de la Magia.

Durante el examen de Astronomía, a medianoche, todos pueden ver cómo Umbridge dirige a un grupo de aurores a la cabaña de Hagrid. ¿Cuáles eran sus intenciones? Claramente no podía echarle sin más, porque si tuviera motivos válidos ya lo habría hecho hace tiempo, como con Trelawney. No es extraño que quisiera deshacerse de él de todas formas por ser un híbrido, pero ¿por qué ahora, cuando queda tan poco de curso? 

¿Y por qué permite el ministro que la acompañen varios aurores a lo que supuestamente es un despido? Se me ocurre que Umbridge le dijo al ministro que Hagrid sabría dónde estaba Dumbledore y de ahí la escolta y el aparente intento de detención, y que seguro que opondría resistencia, pero no está nada claro.

Lo que está claro es que Hagrid no va a dejarse coger así como así y se deshace de sus agresores gracias a su fuerza bruta. Lamentablemente, cuando McGonagall trata de apaciguar la situación es atacada de manera salvaje, dejándola en muy mal estado, y Hagrid termina huyendo con Fang.

Harry y sus amigos lo ven todo impotentes durante el examen, y una vez terminado pasan la noche comentando la situación entre ellos y con los compañeros de Gryffindor, que están todos consternados por Hagrid y McGonagall. Aun así, la vida sigue le pese a quien le pese, y a los de quinto aún les queda el último examen, el de Historia de la Magia.

Somnoliento por haber pasado la noche en vela, cansado tras todo el estudio y sin ánimo ni buena base para responder a las preguntas del examen, Harry cae dormido, y la visión del Departamento de Misterios que había mantenido a raya centrándose en el estudio resurge con más fuerza que nunca, llevándole hasta el final. Y lo que encuentra allí es nada menos que a Sirius amenazado por Voldemort.

¿Cómo manejará Harry esa información?

Observaciones y curiosidades:
  • Recuerdo que Tiberius Ogden era miembro del Wizengamot cuando Harry fue juzgado, de ahí que sepa lo de su patronus. Él y Griselda Marchbanks, también examinadora, dimitieron cuando se nombró a la Suma Inquisidora.
  • El comentario de Harry sobre las lunas de Júpiter viene del trabajo que Hermione le corrigió al principio de curso, en el que sin querer puso que una de las lunas estaba cubierta de pelo en lugar de hielo.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Capítulo 30: Grawp

En el capítulo 30 de Harry Potter y la Orden del Fénix, Hagrid añade un problema extra a los que Harry ya tenía, y este es bien grande.

Después de la escapada de Fred y George, la presión contra Umbridge ha llegado a un punto máximo, con alumnos, profesores e incluso Peeves aliándose de manera tácita para convertir su vida en un infierno. No deja de ser satisfactorio cómo pueden todos unirse cuando el enemigo resulta ser demasiado para el gusto general.

Esta nueva situación permite a Harry respirar un poco y apartarse del punto de mira de la profesora, aunque Hermione no deja de presionarle para que insista a Snape volver a dar oclumancia. Quizás tendría que haberse parado a pensar qué les iba a decir que había hablado con Sirius, ya que al parecer no tiene pensado contarles nunca lo que vio en el pensadero, pero en este libro Harry está siendo demasiado impulsivo.

De hecho, Harry ya se ha lanzado a tratar de averiguar lo que hay en el Departamento de Misterios, descartando cualquier reticencia que tuviese antes. Dado que Snape no se ha manifestado de ninguna forma sobre las clases Harry se inventa la excusa de que ya han terminado y se abandona a sus sueños en secreto. No está muy claro qué le ha hecho perder la vacilación, pero debería saber que esa actitud no puede acabar bien.

El clímax del capítulo sucede durante el último partido de quidditch de la temporada, Gryffindor contra Ravenclaw. A pesar del pésimo estado del equipo, Gryffindor aún tiene alguna opción de llevarse la Copa, pero nadie es optimista excepto Ron, que se aferra a que al menos todo terminará y después de dos partidos desastrosos no lo puede hacer peor. Supongo que es una forma de animarse.

La verdad, es una pena que Harry y Hermione no presenciaran su épica actuación tras un mal comienzo, pero está claro que Hagrid había estado esperando impaciente a tener a Umbridge mirando para otro lado antes de contarles a los chicos su secreto. De lo contrario, hubiera querido que Ron fuera también.

Y qué secreto: desde octubre Hagrid ha estado manteniendo oculto a su hermanastro gigante en el bosque, por no hablar de llevarlo hasta Hogwarts aparentemente en contra de su voluntad. En todo este tiempo, Grawp no parece haber aprendido nada (en su siguiente aparición veremos que aprendió a hablar un poco), y se mire por donde se mire no parece que Hagrid vaya a llegar a ninguna parte con él.

Es posible sentir pena por Hagrid, que se aferra a lo único que le queda de su familia, pero lo más probable es que Grawp hubiera estado mejor con los suyos, aunque nuestro amigo afirme lo contrario. Y ahora que el guardabosques está en el punto de mira, no tiene más remedio que cargar a nuestros protagonistas con su inútil tarea. La pobre Hermione está al borde del colapso nervioso.

Cuando se enteran de que gracias a Ron Gryffindor ha ganado la Copa de Quidditch, deciden esperar para contarle lo que ha pasado. Después de todo, el pobre no tiene muchos momentos de gloria, y se pueden permitir un tiempo antes de hacerle saber que tienen un nuevo gran amigo.

Observaciones y curiosidades:
  • Lee Jordan fue quien coló un escarbato en el despacho de Umbridge, haciéndolo levitar desde los terrenos hasta la ventana.
  • Los vitoreos que escuchan Harry, Ron y Hagrid probablemente se traten de la primera parada de Ron, a pesar de lo que supone Harry.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Asignaturas de Hogwarts

El texto de este mes trata sobre las opciones de asignaturas que existen en Hogwarts, con algunas curiosidades interesantes. ¡Espero que os guste!

"Todos los alumnos de Hogwarts deben tomar siete asignaturas: Transformaciones, Encantamientos, Pociones, Historia de la Magia, Defensa contra las Artes Oscuras, Astronomía y Herbología. Las lecciones de vuelo (sobre escoba) también son obligatorias.

Al final de su segundo año en Hogwarts, los estudiantes deben escoger un mínimo de dos asignaturas o más de la lista siguiente: Aritmancia, Estudios Muggles, Adivinación, Estudio de las Runas Antiguas y Cuidado de Criaturas Mágicas.

Si hay suficiente demanda, a veces se ofrecen asignaturas muy especializadas, como la alquimia, en los últimos dos cursos."

Pensamientos de J.K. Rowling

"En mis primeras notas aparece una lista de asignaturas ligeramente distinta. La Herbología aparece como Herbalismo, Adivinación era obligatoria desde primero, al igual que Alquimia, y una asignatura llamada simplemente Bestias, mientras que a Transformaciones se la llamaba Tranformaciones/Metamorfosis."

lunes, 4 de septiembre de 2017

Capítulo 29: Orientación académica

En el capítulo 29 de Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry está deseando hablar con Sirius sobre el recuerdo de Snape, pero debe considerar las posibles consecuencias de intentarlo.

Después de lo que ha visto, Harry se ve obligado a reconsiderar lo que pensaba que sabía de sus padres, sobre todo de James: el joven arrogante y abusivo que actúa contra otros sin motivo, sólo para entretenerse, en lugar del hombre responsable y bueno que él creía que era. Harry ha sido víctima de abusos similares, así que no quiere creerlo, pero lo mire por donde lo mire no hay nada con lo que pueda excusar su comportamiento.

Tampoco puede hablar de esto, no tanto porque tenga miedo de Snape sino porque le da vergüenza que los demás se enteren de cómo era su padre. Le gustaría hablarlo con Sirius y quizá con Lupin, que estuvieron allí y podrían contarle más, pero el nuevo sistema de Umbridge lo hace aparentemente imposible. Si tan sólo hubiera abierto ese paquete...

De esta forma, Harry se pasa las vacaciones de Pascua enfurruñado y sin querer hablar con nadie, lo que por suerte no queda raro porque los TIMO están a la vuelta de la esquina y todos los alumnos de quinto están igual por las largas horas de estudio. Para ayudarles a priorizar asignaturas durante las vacaciones la sala común se llena de panfletos con información sobre las distintas carreras, especialmente los EXTASIS que puedan necesitar para acceder a la carrera escogida.

Junto a esto, los jefes de las casas se reúnen con cada alumno para saber a qué quieren optar y hacerles recomendaciones, especialmente la nota que deben alcanzar en los TIMO para optar al nivel EXTASIS. Esto es muy importante, porque si no puedes entrar en los EXTASIS necesarios, tus posibilidades de empleo se reducen mucho.

En esas está Harry, estudiando en la biblioteca, cuando aparece Ginny para llevarle huevos de Pascua de su madre. Ginny tiene pocas escenas en este libro, pero esta es una de las que más me gustan; aunque no se haya comentado, ella y Michael lo están pasando mal y cortarán pronto, pero no lo menciona, sino que hace lo posible para ayudar a Harry, incluso aunque crea que su estado se debe a haber discutido con Cho. Podría haber dejado que cortaran para tener una oportunidad, pero en vez de eso le escucha y habla con Fred y George para ayudarle a contactar con Sirius.

Por supuesto, los gemelos están dispuestos a darle tiempo para que use la chimenea de Umbridge, el único medio de comunicación que no está controlado (pensaban provocar otro escándalo de todas formas). Lo interesante de esto es que para que Harry pueda contactar con Sirius tendrá que jugársela y arriesgarse a la expulsión y quién sabe qué más, con lo de Dumbledore aún reciente. 

¿Vale la pena arriesgarse, sólo para calmar su conciencia? ¿Se está acercando a lo que hacía su padre al tomar estas decisiones sin considerar las consecuencias? Hermione lo tiene claro, piensa que no debe hacerlo y se lo repite constantemente (demasiado tal vez), pero no lo sabe todo. Al final Ron tiene razón, la decisión es de Harry y será él quien tenga que asumir las consecuencias, sean cuales sean.

Tampoco es casualidad que ese día tuviera Harry su entrevista con la profesora McGonagall, con Umbridge presente porque le da la gana (¿estuvo en todas las entrevistas, o sólo en esta?). McGonagall trata el asunto con la seriedad requerida, diciéndole a Harry que puede aspirar a ser auror pero que necesita mejorar y en qué, y no duda en decirle que debe ir a por Pociones sabiendo que no le gusta la idea, porque es necesario, y también le dice cuándo su nivel es el adecuado, especialmente en Defensa. Un trabajo impecable, como se espera de un profesional como McGonagall.

Por su parte, Umbridge interviene para dejar claro que Harry no va a trabajar en el Ministerio si ella tiene algo que decir, y McGonagall enfurece, pues está jugando con el futuro de un alumno. La jefa de Gryffindor da la cara por él, y la sesión termina con una fuerte discusión entre ambas mujeres, incluso después de que se marche.

Ahora que McGonagall ha dado la cara por él, ¿debería arriesgarse a que le pillen y decepcionarla? ¿Debe jugársela ahora que Umbridge está tan enfadada? ¿Vale tanto la pena todo aquello para expurgar sus demonios? ¿Estoy haciendo demasiadas preguntas en esta reseña? Harry se hace todas estas preguntas, menos la última, durante la clase de Defensa, y aunque no puedo decir que es lo que yo habría hecho, me parece bien que Harry vaya a por todas, porque al final decide que debe saber lo que sucedió, y que vale la pena jugársela por ello.

Así pues, cuando Fred y George inician su distracción, Harry se cuela en el despacho de Umbridge y contacta con Grimmauld Place, donde casualmente también estaba Lupin. Tras oír su historia, ambos entienden la situación, y es muy maduro por su parte no negar que sucediera, sino admitir que en su juventud no iban por el buen camino (incluso Lupin, que tenía demasiado miedo a perder a sus amigos como para pararles los pies). Los dos le aseguran que James maduró con el tiempo, y que no era perfecto, pero que sin duda era una buena persona.

Esto era lo que Harry necesitaba oír; el problema llega cuando admite que Snape se ha negado a darle más oclumancia, y Sirius y Lupin montan en cólera. No se llega a saber lo que pasa a continuación, pero dado que Snape seguirá en sus trece, está claro que no hubo manera de convencerle. Ya resueltas sus dudas, Harry vuelve rápidamente a Hogwarts, pero no puede descansar, porque esta vez han pillado a Fred y George.

Los gemelos hace tiempo que decidieron su camino: sin interés por los títulos académicos, pasaron por sus TIMO en lo mínimo (posiblemente en aquellos que les interesaban para obtener conocimientos aplicables a su negocio; que yo recuerde este curso y el anterior han tenido Encantamientos y Transformaciones), y si están haciendo séptimo es para complacer a su madre. Ahora, con Umbridge al frente y sin quidditch ni Dumbledore, los riesgos no les importan, y aquí lo demuestran.

En el momento en que se ven amenazados por la violencia de los nuevos castigos de Umbridge, Fred y George se marchan de manera triunfal, dejando atrás un clima de rencor manifiesto hacia la nueva directora y a los alumnos armados para hacerle la vida imposible, e incluso Peeves de su parte en la guerra contra Umbridge.

La caída del sapo no ha hecho más que comenzar.

Esta semana subiré el texto de Rowling en Pottermore sobre las asignaturas de Hogwarts. ¡No os lo perdáis!

Observaciones y curiosidades:
  • En el original, Harry no dice que para tratar con su tío haya que tener un buen sentido del escondite, sino saber cuándo es necesario agacharse.