¿Qué es esto?

Soy un fan español de Harry Potter que quiere hacer un análisis completo de toda la saga del chico de la cicatriz, intentando destacar temas recurrentes, elementos que reaparecerán más adelante o que han aparecido después y cambios producidos en la traducción española de la saga (que no son pocos), además de curiosidades varias, para así algún día llegar a una perspectiva total de todo el universo Potter.

Cada lunes o martes habrá un post nuevo de cada capítulo de la saga analizándolo al detalle, y cuando acabe uno de los libros se hará un análisis de la película correspondiente, también habrá reseñas de la saga de Animales Fantásticos cuando vayan saliendo, así como del libro de El Legado Maldito al terminar la saga.

Asimismo, la primera semana de cada mes postearé una traducción personal de alguno de los textos que Rowling publicó en Pottermore y que ahora han quedado tristemente inaccesibles para los fans que no sepan inglés con la nueva versión. además de algunas aclaraciones sobre juegos de palabras, localizaciones, etc., y curiosidades que a lo mejor no sabíais.

Huelga decir que habrá spoilers a mansalva; si queda alguien en este planeta que no sepa las sorpresas típicos de la serie y no quiera saberlas que no se meta aquí. Queda avisado.

Cualquier comentario o sugerencia es bienvenido; ¡dejad vuestras impresiones tras leer!

lunes, 28 de agosto de 2017

Capítulo 28: El peor recuerdo de Snape

En el capítulo 28 de Harry Potter y la Orden del Fénix, la marcha de Dumbledore causa que Umbridge tome el mando de Hogwarts, y la tensión resultante lleva a Harry a cometer el error más fundamental de su vida.

En ausencia de Dumbledore, Fudge ha impuesto a Umbridge como directora de Hogwarts, con todo lo que ello conlleva. Para empezar, esto le da más autoridad de la que ya tenía, y convierte a Malfoy y a su panda en su ejército personal con privilegios para quitar puntos a su gusto, además de reclutar a Filch para tener el colegio controlado.

Por contra, el resto de alumnos y profesores no están nada conformes con la nueva situación, y lo dejan claro de varias formas. Los gemelos, ya decididos a marcharse, deciden dejarse de bromas tontas y pasan a la acción, encendiendo todos sus fuegos artificiales experimentales a la vez y desatando el caos por el colegio. No cabe duda de que los profesores podrían haberse librado de las deflagraciones sin demasiados problemas, pero demuestran su descontento dejando que Umbridge cargue con la tarea, sin mucho éxito por su parte. Lo que me he podido reír.

Umbridge también sale escaldada en su intento de sonsacarle a Harry la localización de Dumbledore y Sirius. No sólo gasta todo el veritaserum que Snape le d cuando necesitaba nada más que tres gotas (si llega a beberlo, y hubiese sido auténtico, a lo mejor hasta se pone enfermo por sobredosis), sino que es increíblemente obvia en su intento de que beba, y no se da cuenta de que está fingiendo antes de dejarle ir sabiendo lo que sospecha, por no hablar de revelarle sin pretenderlo que su chimenea no está vigilada.

No por todo esto va a estar Harry más contento; se culpa de la marcha de Dumbledore y se divide entre tratar de practicar bien la oclumancia como le dijo el director y averiguar qué es lo que quiere Voldemort del Departamento de Misterios. Al final acaba sucumbiendo a la tentación, pero está más preocupado de la reacción de Snape respecto a la sala misteriosa que de las consecuencias de no tomárselo en serio. Ése será el problema.

Antes de una de sus clases particulares Harry se topa con Cho, y tienen una discusión sobre Marietta que pone punto final a su relación. Aquí tengo que decir que se nota que Rowling se pone en el lugar de Harry más de la cuenta, pues Cho está en lo cierto al decir que Hermione no tenía derecho a embrujar el pergamino de firmas sin el conocimiento ni la aprobación de los demás (y eso incluye a Harry y Ron, que se enteraron tras firmar; los otros ni eso), pero por supuesto Harry también lo está al decir que Marietta no tiene excusa por lo que ha hecho. Los dos tienen su parte de razón, pero no son capaces de ponerse en el lugar del otro; ni han podido hacerlo antes ni podrán hacerlo en el futuro, así que es mejor para ambos que su relación no llegue más lejos.

En ese estado de cabreo Harry está vulnerable ante Snape, pero por suerte es "salvado" por Malfoy, si bien a costa de futuras burlas. Por un momento parece que Harry se va a conformar con su suerte, pero como pasó casi un año antes, se deja llevar por la luz del pensadero. La diferencia es que ahora sabe de sobra lo que es, y que meterse en un recuerdo de Snape (es más, uno que claramente él no quiere que vea) es una idea horrible, pero horrible de verdad.

Y aun así lo hace, por que es un adolescente que está sometido a mucho estrés, y que acaba de pasar por una ruptura; es de esperar que haga cosas absurdas. Parece que esperaba conseguir información sobre el Departamento de Misterios, así que se sorprende de encontrarse a Snape en medio de sus TIMO, como él estará en poco tiempo.

Como es de esperar, en cuanto ve a su padre y a sus amigos se acerca a ellos, pues le interesa más saber cómo eran a su edad, vivir de cerca las historias que ha oído. Y lo que ve no le gusta ni un pelo, pues resulta que su padre era tan abusón con Snape como Malfoy con él, incluso más, y cuando Lily aparece en escena queda claro que no quiere tener nada que ver con James, para la confusión y el horror de Harry.

Y para horror, la reacción de Snape al pillar a Harry. El chico no sabe por qué Snape no quería que viese ese recuerdo (y los lectores no lo sabremos hasta Las Reliquias de la Muerte), pero su furia, primero con falsa calma y comentarios tensos falsamente agradables y finalmente con gritos manifiestos, es tan poco habitual en Snape que da un miedo increíble. Harry huye, pero no es el profesor lo que le da más miedo: es haberse dado cuenta de que su padre no era quien él creía, y eso para él es lo más aterrador de todo.

Observaciones y curiosidades:
  • En las primeras ediciones, Ernie le recuerda a Malfoy que los prefectos no pueden quitar puntos, y Ron afirma que ellos lo saben bien, pues también son prefectos. Dado que Percy le quitó puntos a Ron en La cámara secreta, la línea de Ernie se cambió posteriormente a que los prefectos no pueden quitarles puntos a otros prefectos, y la línea de Ron se eliminó.
  • El armario evanescente en el que cae Montague es el que Peeves rompió en La cámara secreta; Montague se quedó atrapado en un limbo entre Hogwarts y la tienda Borgin y Burkes, y tras recuperarse le contará a Malfoy lo que vivió, dándole la idea de reparar el armario para que los mortífagos entren en Hogwarts.
  • Evidentemente, las siglas L.E. que James garabatea en su examen son de Lily Evans.
  • El conjuro no verbal que usa James para poner a Snape boca abajo es levicorpus, conjuro que para más injuria inventó el propio Snape, algo que le molesta muchísimo y que le dirá a Harry cuando intente usarlo contra él.

martes, 22 de agosto de 2017

Capítulo 27: El centauro y el chivatazo

En el capítulo 27 de Harry Potter y la Orden del Fénix, la clase de Firenze precede al triste final del ED, con devastadoras consecuencias.

Siguiendo del capítulo anterior, Harry y los otros tienen su primera clase de Adivinación con Firenze, que demuestra ser un profesor de lo más particular.

Está claro que los centauros son seres muy diferentes a los humanos. Si bien no cabe dudar de las capacidades adivinatorias de Firenze, es evidente que su forma de dar clase no tiene nada que ver con la de cualquier profesor humano. En lugar de seguir los parámetros de la asignatura busca ir a la base, que los alumnos se cuestionen lo que ven y que se den cuenta de que siempre hay una perspectiva superior. Es un buen planteamiento, pero hay que reconocer que no les servirá de mucho a los alumnos para los TIMO.

La segunda parte del capítulo es la que será la última reunión del ED. Empieza muy bien, con los chicos aprendiendo a usar el patronus, eso sí, sin dementores con los que practicar como hizo Harry, así que lo tienen más fácil. Además, es la primera vez que Seamus acude a una reunión.

Lamentablemente, Umbridge está al acecho. Tras recibir el chivatazo de Marietta está juntando a varios alumnos de Slytherin para la redada; por suerte, Dobby se entera y se apresura a avisar a Harry, y gracias a eso todos los demás pueden escapar a tiempo. No es así con Harry, que es atrapado de manera poco digna por Malfoy y llevado por Umbridge al despacho de Dumbledore, donde se han juntado el director, la subdirectora, el ministro y dos aurores guardaespaldas, uno de ellos Kingsley. Ah, y Percy.

Está claro que Fudge trata de montar otro espectáculo, porque técnicamente aquello es un asunto del colegio y nada más. Aunque Harry está dispuesto a dar la cara y desafiar al ministro, tras un sutil gesto de Dumbledore empieza a negarlo todo, para frustración de Fudge.

Igual que en el juicio, Dumbledore empieza a desmontar los argumentos de Umbridge y Fudge uno a uno, con la ayuda de un sigiloso conjuro de desmemorización obra de Kingsley. Al final, parece que todo lo que pueden demostrar es una reunión no ilegal en el Cabeza de Puerco y una posible reunión aquella noche que podría o no haberse celebrado.

Es una suerte que la maldición del chivato surtiera efecto antes de que Marietta dijera demasiado, y que una vez activada ella no quisiera decir más, pero da un poco de pena. Marietta nunca quiso entrar al ED, fue por no dejar sola a Cho y estuvo prácticamente obligada a firmar un documento con un riesgo del que no se le había notificado ni a ella ni a nadie. Al final, no pudo soportar la presión y confesó, con el resultado de que ha acabado marcada de por vida y objeto de un conjuro desmemorizante por sorpresa, y al parecer también una modificación de memoria sin su consentimiento.

Dumbledore lo está haciendo de maravilla para capear la situación, pero frente la lista de nombres no pueden hacer demasiado, y decide cargar con la culpa y con las consecuencias. Ante el pavor de Harry, que ve a lo que han llegado sus aspiraciones, el director "confiesa" estar montando un ejército para derrocar al Ministerio, y se deshace fácilmente de sus oponentes antes de darse a la fuga.

Aunque el ED fue sin duda una buena idea, e hicieron todo lo posible por mantenerlo a flote y lo más secreto posible, siempre estuvo ahí la posibilidad de que los descubrieran, y era algo que todos tenían presentes. Con lo que no contaban es con que Dumbledore cargara con la culpa, eso es muy duro.

Los miembros del ED se han librado de la expulsión, pero han perdido a su director y ahora Umbridge tendrá más libre albedrío que nunca. Las cosas no pintan bien.

Observaciones y curiosidades:
  • Firenze deja entrever que están en un periodo entre dos guerras, y predice que pronto volverá la guerra. No se equivoca.
  • El mensaje de Firenze para Hagrid es sin duda sobre Grawp. Harry, Ron y Hermione deberían haber insistido más en saber qué le pasa a su amigo. 
  • Dado que Marietta ya se había chivado, no podía estar en la reunión, pero no se comenta nada, incluso aunque Cho sí está allí e interviene.

lunes, 14 de agosto de 2017

Capítulo 26: Visto y no visto

En el capítulo 26 de Harry Potter y la Orden del Fénix, la vida sigue después de la entrevista de Harry, con sus altibajos de buenas y malas noticias.

La verdad es que me hubiera gustado saber más sobre cómo fue la entrevista. Skeeter interrogando sin piedad a Harry sobre el retorno de Voldemort y Luna mandándole la crónica a su padre hubieran sido buenas escenas; también habría estado bien saber qué incluía exactamente la declaración, si era una narración cronológica o hablaba de otras cosas también.

En todo caso, está hecho, y ahora sólo queda esperar a las consecuencias, para bien o para mal. Al menos Harry tiene la buena conciencia de haber actuado según debía, y saber que el público tendrá acceso a su versión si quieren conocerla, que es lo importante.

Mientras tanto, la vida sigue, y por primera vez Harry tiene que presenciar un partido de Gryffindor desde los asientos en lugar de estar jugando. Las cosas no van nada bien para el equipo sin él, Fred y George, pues los nuevos golpeadores no dan la talla y Ron ha perdido toda la confianza, algo con lo que sin duda Harry hubiera podido ayudar de haber estado en el campo. Al menos esta situación ha servido para que Ginny pueda revelar su talento oculto con el vuelo.

Pocos días después del partido, se publica la entrevista, con resultados inmediatos. Como suele ocurrir en estos casos, la versión de Harry convence a algunos y reafirma la opinión negativa de otros, pero el resultado en general es positivo. Por supuesto, no habrían conseguido extender tanto la entrevista por Hogwarts de no ser por la prohibición de Umbridge.

A este efecto se le conoce como el efecto Streisand, llamado así por la cantante y actriz Bárbara Streisand, que exigió públicamente a un fotógrafo que retirara una foto de su casa de su página web, y al hacerlo atrajo la atención general y la foto que ella no quería que se viese se hizo viral. La idea es que si una entidad con autoridad, fama o influencia de algún tipo denuncia y prohíbe públicamente algo, al hacerlo lo anuncian a quienes no lo conocían de antemano, con lo que muchos se interesarán en averiguar qué pasa, cuando si la entidad no hubiera intervenido ese algo habría tenido menos difusión y se habría olvidado rápidamente.

Esto es lo que sucede: al ser El Quisquilloso un medio muy poco respetado, llama la atención que el Ministerio prohíba su lectura sin dar explicaciones, y tras saber cuál es la razón dará lugar a sospechas sobre la versión oficial. Vamos, que no ha sido el mejor plan de Umbridge. Además trae de nuevo a Cho y a Seamus al lado de Harry, así que todos contentos.

Lamentablemente, la celebración en la sala común pone tenso a Harry y le hace tener otra visión, esta vez bajo la piel del propio Voldemort. Aunque la conversación que espía es interesante y confirma las sospechas que tenían nuestros héroes, lo cierto es que Hermione tiene razón y Harry debería tomarse en serio la oclumancia, porque sus visiones van a peor y en el fondo Harry quiere saber lo que hay tras la puerta, aún sabiendo que si lo averigua es porque Voldemort lo tiene, con todo lo que ello implicaría.

No estoy diciendo que apoye a Snape con esto, pero también tiene razón al decir que Harry no se lo toma en serio, aunque su forma de hacerlo no sea la mejor para alentar al muchacho. Tras otra incursión en el Departamento de Misterios en plena clase Snape ya está hasta las narices, pero al insultar a Harry le hace concentrarse y acaba probando su propia medicina, con Harry presenciando algunos de los recuerdos de Snape.

La escena es de lo más tensa: Harry no se esperaba que su profesor tuviera un pasado semejante, no especialmente distinto del suyo, y teme la reacción del profesor, mientras que Snape trata de aparentar profesionalidad pero está enfadado y avergonzado de lo que ha pasado, y quién sabe qué habría pasado si la sesión hubiera continuado.

Nunca lo sabremos, porque son interrumpidos por el despido de la profesora Trelawney. Umbridge debe estar cabreada por el fiasco de El Quisquilloso y por eso convierte el despido de Trelawney en un acto dramático y muy público para dejar claro su poder. Te caiga bien o no la profesora, sin duda es fácil sentir lástima por ella, como le pasa a McGonagall.

Por suerte, Dumbledore lo tenía previsto y aprovecha huecos en los decretos para dejar que Trelawney siga viviendo en Hogwarts y para contratar a un nuevo profesor de Adivinación, uno que, además de ser un profesional cualificado, es una burla manifiesta hacia la profesora Umbridge: Firenze el centauro.

A ver cómo reacciona Umbridge ante esta nueva incorporación.

Observaciones y curiosidades:
  • El título del episodio, Visto y no visto, se titula en inglés Seen and Unforeseen, usando un juego de palabras. Al mantenerlo en la traducción, se pierde el significado de unforeseen, que significa "imprevisto". Además, las dos palabras inglesas se relacionan con la adivinación.
  • En el original, Harry nota que el acercamiento de Seamus es algo tan bueno como el que Cho haga lo mismo. Sacad las conclusiones que queráis. 
  • Las intenciones de Dumbledore para mantener a Trelawney en Hogwarts son claras: más allá de la compasión, sabe que Voldemort busca la profecía, y por tanto la persona que la realizó estará en peligro.

lunes, 7 de agosto de 2017

Capítulo 25: El escarabajo, acorralado

En el capítulo 25 de Harry Potter y la Orden del Fénix, una fuga masiva de Azkaban y una cita desastrosa compiten por el puesto de peor escena del capítulo.

A la mañana siguiente del final del anterior capítulo, se confirma por qué Voldemort estaba tan contento: diez de sus seguidores más fieles y hábiles se han unido de nuevo a sus filas.

Esta es una noticia terrible tanto si se cree o no en el retorno del villano, pero resulta intrigante su efecto en los incrédulos: la explicación oficial, aunque en principio aceptable, resulta poco elaborada, y las dudas les asaltan, sobre todo cuando tienen una explicación alternativa a la que acercarse.

Ese es el problema de las historias sesgadas o falsas: cuantos más datos tangibles y verificables surgen, más evidentes resultan los intentos de llevar al público hacia cierto punto, provocando incertidumbre y crítica. Ha sucedido antes y sigue sucediendo; tal como dice Rita, la prensa primero se vende y después informa. Ahora hace falta que el público tenga acceso a los detalles que no conocen para que se formen su propia opinión si lo quieren, y en eso está Hermione, en una de sus ideas más inspiradas.

Pero eso tendrá que esperar hasta San Valentín: hasta entonces, la vida sigue, con Harry sufriendo en las clases de oclumancia, Hagrid y Trelawney sufriendo en las inspecciones de Umbridge, y todos redoblando sus esfuerzos en el ED motivados por la fuga de los mortífagos, sobre todo Neville, que da un gran salto en habilidad.

Y al fin llega el día de San Valentín, un día terrible para una primera cita se mire por donde se mire, y todo está lleno de fatales errores. Para empezar, Hermione no especifica a Harry por qué quiere verle, con lo que luego él no puede explicarle la situación a Cho. No había ninguna necesidad de ocultarle nada, y sólo complica las cosas.

La cita no empieza mal, con Harry y Cho encontrando un terreno común en el quidditch, pero no continúan por ahí y desaprovechan la oportunidad para saber más el uno del otro, dando lugar al silencio incómodo. A Cho no se le ocurre otra cosa que llevar a su pareja a un sitio romántico lleno de parejas, algo para lo que ni él ni ella están preparados, sobre todo teniendo en cuenta que estuvo allí con Cedric el año anterior, con lo que recordarle será inevitable. Harry, absolutamente cohibido, habla de lo de Hermione para decir algo, poniendo celosa a Cho sin darse cuenta.

Cho intenta "contraatacar" hablando de sus ex, pero sólo consigue enfadar a Harry y ponerse triste al recordar a Cedric, alguien de quien él se niega a hablar, mucho menos con Cho y sobre todo en un sitio así. Para cuando se da cuenta de lo que pasa ya es demasiado tarde, y Cho se marcha furiosa. Es triste lo que una consecución de malas decisiones puede estropear algo que parecía tan bonito en principio.

Furioso también, Harry va a la taberna y se encuentra con Hagrid, quien no está en su mejor momento. Entre Grawp y las inspecciones está sometido a mucho estrés, pero no quiere abandonar a su hermano. Es la única familia que le queda.

Una vez se marcha Hagrid, Harry se entera al fin del plan de Hermione, que piensa llevar a cabo con la ayuda de Luna y una muy reticente Rita Skeeter. Aunque El Quisquilloso no es precisamente el diario más serio del mundo, Hermione planea apostar por la curiosidad y la sed de información de la gente, que por el boca a boca extenderá la versión de Harry. A ver qué tal se da.

Observaciones y curiosidades:
  • En las primeras ediciones a Rookwood se llamó Algernon, en lugar de su nombre ya establecido, Augustus. Esto se cambió en ediciones posteriores. 
  • Lee sugerirá a Fred y George la esencia de Murtlap que Harry le recomienda para completar sus Surtidos Saltaclases.

jueves, 3 de agosto de 2017

El Autobús Noctámbulo

El texto de Pottermore de este mes trata sobre el Autobús Noctámbulo, uno de los varios medios de transporte disponibles para el mago y bruja británicos. Veamos qué nos cuenta Rowling sobre este autobús:

"Para los magos y brujas que se ponen enfermos con los polvos flu, cuya aparición no les es fiable, que odien las alturas o que les asuste o se mareen al tomar trasladores, siempre estará el Autobús Noctámbulo, que aparece allá donde una bruja o mago con necesidad urgente de transporte alce su varita en una cuneta.

Es un autobús morado de tres pisos, con asientos durante el día y camas por la noche. No es particularmente cómodo, y aconsejaría no pedir una bebida caliente incluso si te la ofrecen, pues la costumbre del autobús de saltar de un destino a otro en un segundo puede causar muchos derrames.

El Autobús Noctámbulo es un invento relativamente moderno en la sociedad mágica, que a veces (si bien raramente lo admitirá) adopta ideas del mundo muggle. La necesidad de un medio de transporte que pudieran usar de manera segura y discreta tanto menores de edad como personas de salud frágil ya se había hecho notar desde hacía tiempo, y se habían hecho muchas sugerencias (escobas con sidecar funcionando como taxis, llevar a la gente en bolsas colgadas de thestrals), pero todas ellas fueron rechazadas por el Ministerio. Finalmente, al ministro de magia Dugald McPhail se le ocurrió la idea de imitar el relativamente novedoso servicio de autobuses de los muggles, y en 1865 el Autobús Noctámbulo salió a las calles.

Aunque algunos magos (principalmente fanáticos de la sangre pura) anunciaron su intención de boicotear lo que llamaron "esta ofensa mugglesca" en las cartas de opinión de El Profeta, el Autobús Noctámbulo demostró ser muy popular con la mayoría de la comunidad, y sigue recibiendo viajeros a día de hoy."

Pensamientos de J.K. Rowling

"El Autobús Noctámbulo se llamó así porque, para empezar, knight es un homónimo de night*1*, y existen autobuses nocturnos que viajan por toda Gran Bretaña cuando termina el transporte normal. Además, knight tiene la connotación de acudir al rescate, de protección, y esto parecía apropiado para un vehículo que tiende a ser el transporte de último recurso.

El conductor y el revisor del Autobús Noctámbulo en Harry Potter y el prisionero de Azkaban
sacaron su nombre de mis dos abuelos, Ernest y Stanley."

*1* Knight significa "caballero" en inglés, y night "noche".